Es un enigma que cada persona que lo siente, escucha su melodía y desea desentrañar con cada baile y con cada estilo.
Reproduce recuerdos y nostalgias en cada mente que lo escucha, resume juventud y alegría cuando se comparte con amigos y pares que sienten lo mismo.
En cada fiesta uno busca encontrar un ambiente agradable y cordial, donde la noche se convierta en sueño y que cada pieza de baile, represente una alegría para recordar durante el trayecto de semana.
Cada persona que asiste prepara su mente para ingresar al mundo de sueños que nos ofrece la música, “la música” misma que nos endulce y enardece el cuerpo buscando que el cuerpo marque la pista compartiendo estilos de bailes, sonrisas, y saludos.
Parejas que encuentran en la melodía y en cada baile un momento único y una caricia para el alma de ambos, el amor presente en cada momento, en el baile, en la caricia, en el beso y en las miradas.
La alegría de compartir con un amigo de años anécdotas compartidas, y siempre la predisposición de conocer nuevas amistades.
El americano encierra muchos secretos, algunos públicos, y otros muy privados pero de lo que si estamos seguros es que va creciendo en nuestro interior y una pasión por la música y el ambiente agradable y cordial.
Es un sentimiento que año a año va ganando espacio popularidad y ahí mucha gente va difundiendo a través de medios de radio y Internet.
Ricardo Cañete. “Proyecto Americano”
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